Los equipos ya estaban formados y, aunque los títulares del equipo no estuvieran presentes, el ambiente estaba caldeado y los espectadores atentos. Todo buen aficionado al fútbol americano había oído hablar del running back estrella del reino de Oujo, el príncipe Shin. Su rápida carrera y su "Placaje de la lanza" le han dado una merecida fama. Sena no era tan famoso aunque claro, no se sabía que el famoso "Eyeshield 21" era el príncipe Sena, no quería preocupar a su madre. Tras ponerse el uniforme y el casco con la visera, Sena salió al campo entre los vítores de la gente del reino de Deimon que iba a presenciar el partido. Caminaba hacia Shin, quien tenía cara de no saber exactamente que estaba pasando.
"Espero que no te moleste que juegue con la cara cubierta, pero si mi madre se enterara de que juego a fútbol americano, es probable que me obligase a dejarlo."
Shin simplemente asintió y pasó al lado de Sena para reunirse con los jugadores de su equipo.
"Espero que pronto seas lo bastante fuerte para poder decirle la verdad a tu madre, Sena."
Sena se quedó clavado en el suelo al escuchar eso. Sabía que no estaba bien esconderle nada a su madre, pero todavía no era lo bastante fuerte como para que su madre aceptara que jugara a fútbol americano. Después de todo, siendo el príncipe no puede esperar que su madre acepte que se ponga en situaciones peligrosas para su integridad física tan sólo por deporte. Debía hacerse más fuerte para poder seguir jugando.
El partido lo terminó ganando el equipo de Shin. Sena pudo ver y comprobar en carne propia la clase de jugador que era Shin: siempre juega al 100%, cumpliendo perfectamente su cometido y su "Placaje de la lanza" es tan temible como decían. Muy pocas veces fueron las que Sena pudo escaparse de Shin, tanto de sus placajes como de su carrera. Se sentía a años luz de él, pero no se sentía triste ni mal por haber perdido ante Shin, con su derrota pudo darse cuenta de su debilidad. Todavía estaba tumbado en la hierba del campo, descansando, cuando el cielo empezó a volverse negro. No eran nubes negras lo que teñía el cielo de azabache, sino una presencia más negra que la oscuridad.
"Jejeje... Parece que habéis estado divirtiendoos mucho, niñatos."
Esa voz que helaba la sangre, esa risa maquiavélica. Sena se temía lo peor y sus temores se vieron confirmados al verlo llegar volando con sus alas negras. Piel pálida como la nieve, cabellos rubios en punta, orejas puntiagudas, ojos verdes, sonrisa diabólica, ropas negras y la mayor cantidad de armas de fuego jamas vista empuñadas en una sola mano. Shina se puso en pie de un sólo salto y corrió a avisar a Shin de que tenían que irse de allí lo antes posible.
"¿Por qué corres enano? Sí precisamente he venido a verte a tí, jejeje."
El diabólico ser disparó a los pies de Sena para impedirle avanzar y de paso poder acercarse a él.
"Viene el musculitos de Oujo porque tu madre ha decidido prometerte con él en lugar de conmigo, vengo a verte y me lo pagas saliendo por patas... Muy poco decoroso en un príncipe pero sí muy típico de un cobarde."
Antes de poder siquiera darse cuenta, el diabólico ser ya estaba junto a él y le había quitado el casco, dejando ver a todos quien era realmente Eyeshield 21. Unos se sorprendieron, otros no mucho y el resto estaba escapando del lugar. La reina, los guardias, los invitados de Oujo y algunos valientes curiosos se acercaron al campo para ver lo que estaba pasando. Shin entre tanto, aprovechó que el diabólico ser estaba distraído con Sena para intentar hacerle su "Placaje de la lanza", pero lo esquivó y de paso le hizo la zancadilla para que cayera al suelo.
"Vaya vaya, así que la mole de músculo de Oujo pretende salvar al enano de su prometido, una lástima que ponga atención a lo que me rodea, ¿verdad? Jejejeje."
Sena intentó atacar al diabólico ser pero se detuvo al ver que un arma de fuego provista de mucho cañones apuntaba a Shin. El diabólico ser nego con la cabeza sonriente y divertido.
"¿De verdad me deseas tanto como para poner en peligro a todo el mundo, Hiruma?"
Sena miraba al suelo entre triste, confundido e impotente. Hiruma se echó a reír sin dejar de apuntar a Shin. Sabía que tenía la sartén por el mango y que debía tener cuidado para no quemarse.
"Lo que tanto deseo es tener el control del mundo entero, empezando por este reino. Tu sólo serías un juguete con el que me entretendría todas las noches. Pero creo que ya que no soy yo el elegido para gobernar, voy a tomarlo por la fuerza."
Tras terminar su frase, Hiruma le lanzó algo a Shin que lo dejó dormido al instante. Hiruma se lo echó al hombroy comenzó a elevarse sin que nadie pudiera hacer nada por evitarlo.
"Si quieres que no le pase nada a esta montaña de músculos, más te vale venir a mi castillo en el bosque negro y no te olvides de traer el documento que me certifique como soberano de Deimon. ¡Te estaré esperando enano!"
Y tal como vino, Hiruma desapareció.
3 comentarios:
Chapeau! como de costumbre. Aunque hay un parrafo en el que repites demasiado el nombre de Shin... queda muy reiterativo. Y hay un par de faltas y tal. Pero son detalles menores: En general genial!!! (a ver como sigue).
me gusta mucho! adoro Shin x Sena, disculpa por no haber comentado antes, es que estaba realmente metida en la historia, pero lamento decirte que cometiste un gravísimo error, la posicion de Shin es linebacker, no runningback, solo eso, besos.
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