jueves, 26 de junio de 2008

Al rescate de mi príncipe - Capítulo 11


"Sena, espero que no nos vuelvas a hacer madrugar tanto en tu vida..."

El joven príncipe no pudo evitar sonreír ante el comentario de aquella voz. Pertenecía nada más y nada menos que a Jumonji, uno de los hombres de la línea de defensa del equipo. Siempre iba acompañado de Kuroki y Togano y en esta ocasión no iba a ser menos. "Los hermanos -Ha" eran simplemente inseparables.

"Lo siento chicos, pero esta es una misión urgente."

Los tres de Deimon se quedaron mirando algo extrañados a los de Oujo. Viendo que en cualquier momento podrían saltar chispas (el no dormir no les sentaba nada bien a los "Hermanos -Ha") Sena se apresuró en hacer las presentaciones.

"Chicos, estos son Haruto Sakuraba, Makoto Ootawara e Ichiro Takami; soldados del reino de Oujo que vienen a ayudarnos en nuestra misión y que también juegan a fútbol americano."

El primero de Oujo en reaccionar fue Ootawara. Con su eterna sonrisa inocente y abierta, se acercó a estrechar la mano del trío de Deimon.

"Jajajaaaa, es una pena que nos conozcamos por unas circunstancias así, pero espero que podamos medir nuestras habilidades en un gran partido."

Tanto Sakuraba como Takami siguieron a Ootawara y saludaron como es debido a los "Hermanos -ha". Ya todo estaba dispuesto para salir, sólo quedaba recibir las indicaciones pertinentes para tomar el mejor camino hasta la morada de Hiruma. Las indicaciones para el viaje llegaron pronto de la mano de Kunimitsu, pero había un problema doble. Habían dos caminos más o menos igual de cortos, pero ambos bastante peligrosos: Uno de ellos consistía en atravesar en Bosque Negro, conocido por su espesura que no dejaba pasar la luz del sol y en el que habitaban terribles criaturas y hordas de bandidos. El otro camino consistía en caminar por el desfiladero de una escarpada montaña que se encontraba no muy lejos del Bosque Negro. Muchos fueron los valientes que intentaron escalarla, pero ninguno volvió para decir cuan alta está la cima. Tras escuchar detenidamente las explicaciones del consejero, todos se quedaron mirando a Sena, esperando una respuesta por su parte para elegir un camino. El joven príncipe dudó unos instantes e incluso se planteó fugazmente el dejar esa responsabilidad a otro pero no lo hizo. Se había prometido no huir, no mirar atrás frente a las dificultades. Se sentía muy mal por haber permitido que Hiruma se llevara a Shin y por ello no podía huir. Debía hacerse más fuerte para lograr proteger lo que más amaba.

"Creo que deberíamos cruzar el Bosque Negro. De la montaña sabemos muy poco para intentar escalarla. Del bosque al menos sabemos su extensión, la falta de luz solar dentro del mismo y que no debemos fiarnos de nada allí dentro."

La voz de Sena conseguía firmeza y seguridad a medida que salían las palabras. No hubo ningún tipo de objeción respecto a la ruta ni acerca de las explicaciones del porqué de su elección.

Mientras, Hiruma veía divertido la partida del equipo de rescate del príncipe Shin a través de un espejo mágico. Si querían una aventura de "valerosos caballeros de deslumbrantes armaduras" la tendrían, incluso encontrarían como final una muerte digna, de esas que quedan tan bien en los cantares y leyendas pero no sin antes pasar por un infierno en vida.

"Bueno, será mejor empezar a llamar a los "amigos" para preparar una fiesta como Dios manda, jejeje... Maldito reptil, has tardado DEMASIADO en responder a mi llamado. ¿Acaso quieres que pase por tu campamento OTRA vez?"

El "reptil" se quedó blanco tan sólo de recordar un segundo de lo que sucedió en aquella ocasión. Le hubiera dado lo mismo que un chiquillo se burlara de él por verlo tan aterrado. Lo más probable es que el bandido rezase por el alma del muchacho por su ignorancia ante la personificación del mal mismo. Durante muchos años se apodaba a Rui Habashira como "El diablo de brazos largos Zokugaku" pero el rostro del diablo no tenía nada que ver con el suyo.

Hiruma disfrutó unos segundos de la palidez de su "reptil". El alma humana es algo tan maleable y frágil que el sonido que hace al quebrantarse es algo tan exquisito que merecía perder unos instantes escuchándolo, recreándose, pero la vida no está para entregarse a los placeres, por adictivos y "delicados" que estos sean. Hiruma sonrió de oreja a oreja.

"Escuchame bien alimaña, una panda de estúpidos caballeros va a intentar cruzar el Bosque Negro para llegar aquí y ya sabes lo que opino de las visitas inesperadas. Espero que entiendas y cumplas mis deseos o la visita inesperada que vivirás tal vez no deje paso a ninguna otra más."


PD: Perdóóóóóóón por tardar tanto pero entre selectividades y demás, mi cerebro se había secado y esas cosas y no había podido escribir (los dos post anteriores no yaois son un copy-pasteo XD) pero a partir de ahora prometo escribir más amenudo ^^

1 comentario:

Wargo dijo...

Bieeeeeen!!! Ya vuelve el yaoi!!! XDDD (Aunque este cacho es demasiado argumental XDDD Nah, es broma: Muy bien escrito, se lee de tirón).