jueves, 21 de febrero de 2008

Al rescate de mi príncipe - Capítulo 6º

"¡Sena! ¡Sena! ¿Estás bien? ¿Qué ha sucedido?"

La reina Mamori abrazaba a Sena agradeciendo al cielo que su pequeño estuviera bien.

"Madre... Hiruma ha venido y se ha llevado a Shin. Exige que se le nombre soberano de Deimon a cambio de su liberación."

Aquellas tristes palabras cayeron como una pesada losa sobre los presentes. Tanto la reina como los invitados del Oujo quedaron cabizbajos, en silencio, como si esperaran un milagro que parecía no llegar nunca.

"Creo, mi señora, que en este momento debemos pensar en alguna estrategia para rescatar al príncipe Shin evitando riesgos en la medida de lo posible."

Aquella voz sacó a todos de sus pensamientos. El mayor estratega del reino de Deimon hacía su aparición en escena. Manabu Yukimitsu había vuelto. Por su avanzada calvicie, la palidez de su piel y su complexión delgada y débil nadie podía adivinar que ese hombre fuera el mayor estratega del ejército de Deimon. Además también se encargaba de dirigir las estrategias del equipo de fútbol americano y no sólo él era el único miembro destacado del ejército que formaba parte del equipo.

"Tenéis razón, Kunimitsu. Vamos al despacho principal, que nos traigan mapas de la zona y organiza a los mejores hombres par que estén listos para partir lo antes posible."

Así como la reina terminó de hablar, todos se dirigieron al despacho principal. Salvo Takami, consejero del reino de Oujo, quien tenía una petición.

"Majestad, quisiera mandar un mensaje a mi reino para hacer venir a nuestros mejores hombres para ayudar en esta importantísima misión."

La reina asintió.

"Kunimitsu, llévale al cobertizo donde descansan nuestros alcones mensajeros antes de traer los mapas, por favor."

La petición de la reina fue atendida al instante. Sena estaba callado, aún en shock, intentando ordenar sus pensamientos para ser de ayuda a la hora de trazar un plan de rescate. En el camino a la sala consiguió serenarse y cuando todo estaba dispuesto para comenzar a elaborar un plan, el joven príncipe de Deimon hizo acopio de todo su valor para hacer una proposición.

"¡Madre, por favor, déjame ir a rescatar a Shin!"

Esta proposición cogió a todos de sorpresa, que no podían sino mirar a Sena con asombro.

"Hijo mío, entiendo que te sientas mal por que han secuestrado al príncip de Oujo y no hayas podido hacer nada pero..."

Antes de que su madre prosiguiera, Sena le replicó, impulsado por su fuego interno.

"¡Ese es precisamente el problema! Nunca puedo hacer nada y siempre tengo que ser protegido. Estoy harto de ser el niño mimado, soy igual de fuerte que cualquiera. Quiero llegar a ser tan fuerte como Shin y sé que sino voy en su ayuda, sino paso esta prueba, jamás podré igualarme a él. Madre, no pretendo desobedecer pero esta vez debo ser yo quien elija mi camino."

La reina Mamori comprendió entonces que su hijo, su pequeño Sena, ya podía caminar solo. No quería que le pasase nunca nada malo, pero ese no era motivo para cortarle las alas y tenerlo siempre en su regazo. Su hijo era ya todo un hombre y esta era la ocasión perfecta para corroborarlo.

"Está bien, hijo mío. Irás la rescate del príncipe Shin pero no irás solo porque te acompañarán la élite de los ejércitos de ambs reinos. Ahora ve a descansar. Partirás en cuanto lleguen los soldados de Oujo."

Sena se retiró con una reverencia en señal de agradecimiento, satisfecho porque su madre había entendido lo que quería decirle. El pájaro ya era lo sufientemente grande para salir del nido y volar.

P.D.: Que rápido he actualizado esta vez, ¿verdad? Es lo que tiene tener una hora de clase libre y creatividad con la que ocuparla XD

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