jueves, 26 de marzo de 2009

Al final del camino - Simon x Viral

Todo había terminado. La batalla por la supervivencia del planeta Tierra tocó a su fin con la victoria de la brigada Gurren-Lagann sobre las fuerzas anti-espirales. Respaldado por sus compañeros, por el honor de los caídos y con la mirada puesta en el futuro Simon dio el golpe de gracia al enemigo. Ahora que todo aquello tocó a su fin, el jóven héroe sentía un gran vacío en su corazón.Aquellos que más quería cayeron en la batalla. Primero Kamina y luego Nia. Aquel que le había aceptado tal y como era, animándole a luchar por un futuro mejor. El día que un ganmen atacó su aldea, todos pudieron ver el cielo. Aquello hacía realidad las historias que su aniki le contaba sobre ese lugar más allá del techo de la aldea: La superficie. El hallazgo del pequeño ganmen por parte de Simon y la milagrosa intervención de Yoko dieron a luz a la victoria y al comienzo de su viaje por la superficie.

"Confía en ti mismo porque tú confías en mi confiando en ti."

Aquellas palabras siempre acompañadas de una pícara sonrisa eran todo lo necesario para seguir adelante. Cuando Kamina cayó e combate, toda la luz del mundo de Simon se apagó. Aquella luz volvió gracias a la presencia de Nia. Aquella dulce e inocente princesa consiguió dar luz y calor a toda la Brigada Gurren-Lagann. El calor del alma de Simon fue tan grande, que un tiempo después de la batalla contra el Rey Espiral, le pidió matrimonio. Todo parecía ir bien en Kamina City, pero estalló el conflicto contra las fuerzas anti-espirales. Ahora, ¿qué sentido tenía seguir allí? Entregó el Core Drill, el pequeño taladro que ponía en marcha el Gurren-Lagann, a Gimmy y decidió que se marcharía de la ciudad. ¿Cuándo? Ni él mismo lo sabía. Pasaba los días sin hacer otra cosa que vivir por vivir.

A Viral no le hacía ninguna gracias aquella situación. Desde que pilotó el Gurren-Lagann junto a Simon, pudo descubrir mucho más de lo que imaginaba acerca de aquel humano. Sintonizó con su mente y su alma. Un alma luminosa, cálida, llena de amor por los suyos, encendida por un gran espíritu de lucha. Verlo ahora tan apagado, siendo tan sólo un cascarón viviente, de alguna forma hacía que le doliera el corazón.

"¡Levanta de la cama de una vez, estúpido humano!"

Aquella frase consiguió sacar a Simon de la cama por el patadón que la acompañaba.

"¡Si quieres marcharte de la ciudad al menos muévete para hacer los preparativos necesarios!"

Le dolía. Aquellas palabras eran como afilados puñales que salían de su boca y se le clavaban en el corazón del hombre bestia, sin que éste entendiera por qué. Eran buenos amigos, pero no terminaba de entenderlo. El humano intentaba librarse de las sábanas que le aprisionaban. Levantó la cabeza con una sonrisa de cartón pintada en los labios y el pelo revuelto.

"No te preocupes Viral. Voy al baño y salimos."

Su caminar era lento y sombrío. Dolor, dolor, dolor en su pecho sin poder evitarlo.¿Por qué? ¿Por qué las lágrimas luchaban por abandonar sus ojos y recorrer su rostro? Aquello era algo que el Rey Espiral nunca le había enseñado. ¿Podría alguien ayudarle a superar su dolor? Seguro que alguno de sus compañeros de armas de la Brigada Gurren-Lagann podría ayudarle. Después de sacar a su amigo de paseo les haría una visita. El tiempo pasaba y Simon aun no había salido del baño.

"No puede ser..."

Viral irrumpió de repente en el baño y sus peores temores se confirmaron: Simon estaba metido en la bañera, sangrando por las muñecas, ambas sumergidas en el agua caliente.

"¡Maldito cobarde!"

Antes de que pudiera darse cuenta, tenía al suicida en sus brazos fuera de la bañera. Por suerte, los cortes no eran demasiado profundos y pronto dejó de sangrar. Debió costarle tomar la decisión de quitarse la vida. El asfixiante calor del baño y la mala vida que llevaba últimamente eran la causa más probable del desmayo del joven. Viral le vendó las muñecas, lo tumbó en la cama y lo tapó. Lágrimas. Un irrefrenable torrente de lágrimas nacía en sus ojos y recorría su rostro. Lágrimas de impotencia, al no saber cómo hacerle feliz. Lágrimas de dolor, al ver que quería dejar este mundo. No sabía muy bien que hacer, así que llamó a Rossiu, quien se dirigió allí de inmediato con un médico.

Mientras el médico atendía a Simon, el hombre bestia se armó de valor para hablar con Rossiu. No es que fuera el humano que mejor le caía, pero necesitaba hablar con alguien. Le explicó como se sentía, la enorme angustia que oprimía su pecho. La respuesta del gobernador de Kamina City fue clara y directa.

"Lo que sientes por él es una de las múltiples definiciones de lo que llamamos amor. No poder vivir sin alguien, morir por su pena, vivir por su alegría. Comienzo y fin de todo tu universo. Luz es su presencia y oscuridad su ausencia. La debilidad que te convierte en el ser más fuerte que jamás haya existido."

Aquello dejó a Viral reflexionando largo tiempo. Cuando pilotó el Gurren-Lagann junto a Simon se sintió realmente bien cuando la energía espiral recorrió su cuerpo. Se sintió completo al luchar codo con codo junto al gran héroe que derrotó al Rey Espiral. No podía dejarle marchar. Al menos no de este mundo.

"Vi... Viral."

La débil voz del humano lo sacó de sus pensamientos.

"De momento descansa, más tarde hablaremos."

Quería decirle tantas cosas para convencerle de que no merecía la pena volver a intentarlo... Pero no era el momento adecuado para ello.

"¿Sabes Viral? Nadie hubiera dicho hace un tiempo que las cosas estarían así: el gran héroe salvador del mundo tras intentar suicidarse y el hombre bestia que fue su mortal enemigo cuidando de él. Soy bastante patético, ¿no crees que hubiera sido mejor que hubiera mu..."

Un beso trajo el silencio. Un beso desesperado, lleno de dolor, de sabor agridulce, volviéndose salado por las lágrimas de una bestia.

"¡No vuelvas a decir eso! ¡Te lo prohibo! Desde que Nia desapareció no has vuelto a ser el mismo. ¡¿Qué razón puede ser tan grande como para que quieras dejar este mundo?!"

Simon estaba sorprendido. No sólo por el beso, sino también por la reacción de Viral. ¿Qué era lo que le impulsaba a reaccionar así?

"No tengo ya nada que me ate a este mundo. Kamina murió y Nia desapareció y cada cual ha rehecho su vida. Todos menos yo... No tengo a nadie que me espere en ninguna parte y mi talento para excavar, no sirve de nada en la superficie. ¿Qué razones tengo para seguir viviendo?"

Unos segundos de vacío fueron llenados por el sonido de una bofetada. Ahora era ira lo que reflejaba el rostro del hombre bestia.

"Pedazo de cobarde... ¿Pretendes decirme que te rindes simplemente por no tener a nadie que te diga que confíes en ti mismo porque el confía en ti confiando en él? Harías llorar a Kamina si levantara la cabeza. Muchos más de los que tú crees lloraríamos tu muerte. ¿Crees no tener ninguna razón para seguir viviendo y acabar tirando por la borda todo el sacrificio que tus amigos hicieron por ti? Pienso darte una ahora mismo."

Ya no había marcha atrás. Viral se lanzó sobre Simon, quedando sobre él, sujetandole las muñecas por encima de la cabeza. Durante una fugaz eternidad se perdieron en la mirada del otro. Sorpresa en un par de zafiros. Reflejos de decisión en un par de topacios. Los labios se unieron. Invasión en un principio, pugna por el poder al instante siguiente.La lucidez de la bestia pronto fue pasto de las llamas de la pasión, aunque la del humano no tardaría demasiado en seguir el mismo camino. Simplemente se dejó llevar por ese calor tan intenso y agradable que se apoderaba de él. En cuanto notó sus muñecas libres, abrazó a Viral. Necesitaba sentirlo más cerca de él, empujándolo desde la nuca para profundizar el beso, echando más leña a aquella hoguera en la que ambos se querían consumir. La dirección de los labios del hombre bestia cambió e hizo un largo repostaje en el cuello de su presa, arrancándole suaves gemidos de placer.

Simon se sentía tan bien... Aquellos besos y caricias estaban llenando poco a poco el vacío que sentía en su pecho, dando calor y vida a su corazón, abrasando su razón y su piel, excitando su cuerpo bajo las sábanas, deseando cada vez más, haciendo de cada gemido una placentera súplica, un deseo urgente.

Viral quiso seguir de viaje por el cuerpo de Simon, así que retiró la sábana. Cuando lo sacó de la bañera no había tenido tiempo, pero ahora estaba extasiado con lo que había ante sus ojos. Aquel cuerpo poseía aun más belleza de la que había podido imaginar: un cuerpo níveo, de aspecto delicado, exquisitas proporciones y una vigorosa y creciente excitación. Quería perderse en cada lugar, dibujando un mapa con sus manos y sus labios, haciendo un receso en sus pezones, acariciandolos como la flor más preciosa. Saboreándolos como si fueran la más dulce golosina.

Sin darse cuenta, el humano consiguió alzarse y poner al hombre bestia bajo él. ¿De dónde había sacado las fuerzas? Poco importaba. Quería devorar aquellos labios, probar el sabor de su piel, conocer el tacto de su cuerpo y conseguir que esa voz, siempre tan altanera y orgullosa, suplicara por más. Devoró sus labios con ansia, abriéndose paso entre la camisa, notando como las manos que antes tuvieron sus muñecas prisioneras, le abrazaban. Cuando se centró en el cuello de Viral, al fin escuchó lo que tanto deseaba. El escuchar su respiración entrecortada era música para sus oídos, pero pronto escucharía algo más. Continuó el descenso por el cuello pero cuando llegó al pecho se detuvo. Se quedó unos instantes mirando la enorme cicatriz que tenía el hombre bestia en el pecho. La recorrió con la punta de los dedos y la besó, como si quisiera hacerla desaparecer. No quería pensar lo que hubiera sucedido si aquella herida hubiera sido mortal. Jugueteó con los pezones del otro mientras poco a poco sus manos bajaban hacia el pantalón y lo desabrocharon, pero no pudo hacer nada más. Volvía a estar debajo de Viral.

"Estás loco si piensas que voy a dejarte mover ficha tranquilamente."

Le había dejado ser el rey por un rato y le había gustado, pero no se iba a dejar dominar totalmente de buenas a primeras, aunque le había gustado su última acción. ¿Por qué no ponerla en práctica? Volvió a besar al humano mientras sus manos buscaban su entrepierna, abrieron su pantalón y le prodigaron caricias, rompiendo el beso sí, pero mereció la pena.

"Vi... Viral ... ah..."

Se veía tan hermoso con las mejillas sonrojadas y los ojos entrecerrados... Pero lo mejor estaba aún por llegar.

"Déjame ser la cadena que te ate a este mundo. Odiame, amame, vive a través de mi. Escucha mi ruego y seré tu más fiel esclavo, Simon."

Viral fue viajando por el cuerpo de Simon en el tren de los besos por el camino más largo hasta su destino. Le abrió las piernas con besos y caricias, dejándole una posición más cómoda para su próximo movimiento. Antes de que el humano pudiera reaccionar, se llevó el miembro viril de éste a la boca. Lametones, algún pequeño roce con los dientes, caricias,... Todo aquello tenía al muchacho fuera de sí, gimiendo, haciendo un titánico esfuerzo para no derramarse en la boca del verdugo que lo mataba de placer, quien quiso ponérselo un poco más difícil. Despacio, introdujo un dedo en la entrada de su víctima. Dolería al principio, pero luego todo sería más fácil.

Cuando el cuerpo de Simon se acostumbró a la intrusión, a éste se le hacía aun más duro el resistirse al climax, pero quería seguir disfrutando aquella tortura. Pronto cedió, vertiendo su semilla en la boca del torturador, arqueando la espalda por aquella intensa sensación que recorrió su cuerpo un millar de veces en un sólo instante. Tenía los ojos cerrados y estaba intentando recuperar la respiración. Cuando los abrió, se encontró con una visión más que agradable. Un cuerpo entrenado para la batalla, fuerte, la larga melena rubia desordenada, enmarcando el rostro de afilados rasgos en el que había incrustados una pareja de hermosos y brillantes topacios. Cuando Viral se introdujo en él, lo abrazó con fuerza para algo más que para aliviar el ligero dolor de la intrusión.

"Prometeme que siempre serás mío y que no permitirás que nada ni nadie te aleje de mí."

El hombre bestia no pudo más que sonreír con dulzura y acariciar su rostro. No se alejaría nunca de él. Aquel ruego era un sí a su amor y un sí a la vida.

"Te lo prometo."

Aquella promesa desató el movimiento. La unión de aquellos dos hombres trascendía mucho más allá de lo meramente sexual, era el sello de una promesa. Por mucho que alguna vez se alejaran, siempre volverían a los brazos del otro, porque al final del camino, fueran a un lugar o a otro y pasara lo que pasara siempre se estarían esperando.

FIN

lunes, 16 de marzo de 2009

Algo que contar xD

Esto lleva muuuuuucho tiempo parado (sorry a la gente que me lee y esas cosas pero tengo excusa, lo juro >.<) y como aun no he terminado ningún "proyecto literario" a publicar, pues ahora toca hablar un poco de mí, que hacía bastante ya...

Por donde podría empezar... Bueno, por donde primero me dé, total, es mi blog xD. Ya no estudio, como algun@s sabréis. Razón: lo llaman "administración de sistemas" cuando debería llamarse "redes, programación en msdos, programación en linux y los lenguajes que des en la asignatura de programación." Creo que debieron dejarlo con ese nombre para acortar, sino, no lo pillo. Si al principio me gustaba bastante y tal, pero es que la cosa se fue liando, lo que sumado a algunos problemas de insomnio que he tenido debido a puros nervios al ver que se me hacía cuesta arriba, no ayudaban para nada en absoluto. Vista la situación y que en la primera evaluación sólo aprobé una asignatura (encima programación, manda huevos xD) hice algo que, aunque en el futuro resulte ser una de las mayores estupideces de mi vida, ahora la veo como una de las decisiones más valientes que he tomado jamás: dejar el grado superior y conseguir un curro, enfrentamiento con mi madre incluído. Lo llegué a pasar realmente mal cuando había tomado la decisión pero no había dado el paso, imaginando cuales serían las consecuencias, cada una más apocalíptica que la anterior, llegando a estar realmente nerviosa por nada.

Cuando le comuniqué a mi madre mis intenciones al acudir a una entrevista de trabajo, sáltandome clases en el proceso, lo más agradable que salió de su boca es que era una ilusa si pensaba que me iban a coger para el puesto. Por suerte para mí, se equivocó. Ya llevo un mes más o menos allí entre formación y curro. No es mal curro, pero está muy mal preparado. La formación pecó de tener un formador recien salido del horno, el cual no hacía más que leer las diapositivas y liarse a la hora de usar los programas. A ver cuanto tiempo termino trabajando allí. Esperemos que el mayor posible.

Pero de lo que yo realmente quería hablar es de la juerga que nos corrimos el día 14 de este mes, usease, este sábado pasado. Hacía bastante que no lo hacía y la verdad es que me sentó bien, lástima que Gray estuviera por los madriles, menuda se perdio xD. La tarde empezó tranquilita. Quedo en TajMajal con Adri y con Lancer (ambos llegaron tarde, aunque Adri llegó primero y falló estrepitosamente en su intento de asustarme xD) y de allí, después de que lancer se pillará una caja metálica de cartas de YuGiOh, nos vamos a FreakLand. Allí, mientras Lancer miraba las cartas, Adri y yo nos dedicamos a sacar lo mejor de nosotros mismos a golpe de conchas de diferentes colores, plátanos, bombas, empujones,... Si, ese tipo de cosas que salen en el Mario Kart con las que te deshaces del resto de corredores. La cosa estuvo igualadilla, aunque se notaba que Adri tiene mucha más costumbre que yo de correr en espejo, pero nunca está demás jugar de una manera diferente. Cuando eran cerca de las ocho de la tarde, levantamos campamento para llegar al momento más dulce de la tarde: Los batidos de Ferrara.

Ferrara es una heladería de Zaragoza que, además de hacer unos helados cojonudos, también sirven batidos y el sábado fue su primer día de la temporada. Desde luego mala caja no harían, porque hacía calorcillo y una buena cola. Batido de tiramisú para mí, de queso con arándanos para Lancer y de dulce de leche con chocolate para Adri. Todos de medio litro. Nos apoltronamos en el primer banco que encontramos a disfrutar de aquellas delicias y cuando nos los terminamos, nos dirigimos a un lugar en el que sucedieron un par de cosas memorables: Los recreativos de la Gran Vía.

Aparte de perder miserablemente al King Of Fighters 98 contra la máquina y elegir la pistola equivocada para jugar al Point Blank 2, las risas llegaron con la partida de billar. Sí, una partida de billar entre tres. Quien meta más bolas gana, pero la negra en último lugar. Siempre sucede algo genial cuando juegas al billar: metes la bola más imposible de tu vida, fallas la bola más fácil del mundo, en luar de romper sólo juntas la bola blanca con las demás y siempre hay alguien que saca la bola blanca de la mesa. Nosotros también lo hicimos, pero con estilo. El primero fue Lancer, que además de sacar la bola con la fuerza suficiente para que ésta diera un par de botes en el suelo, terminó encestada en la papelera. Todos los que estábamos en los recreativos rompimos a reír y a aplaudir, incluyendo otros chicos (creo recordar que unos "co´s") que estaban jugando en la mesa de al lado. En la siguiente partida yo hice una parecida. Saqué la bola de la mesa, rodó un poco por el borde y luego volvió a entrar. Lo más increíble-ble que he llegado a hacer en mi vida en una partida de billar.

Tras eso y estar un rato en la Plaza San Francisco jugando al "Meteos" de la DS contra Lancer mientras Adri jugaba al Suikoden (y por mucho que digáis, yo no estaba apalizando a Lancer a lo nazi, ya sabéis que eso sólo lo hago en el Tetris. En el Meteos sólo me dedico a sobrevivir :P) nos dirigimos a mi casa a ver un documental supergenial sobre katanas. A mi madre le faltó tiempo para ofrecernos algo de beber y traernos unos besitos (bizcocho, crema suave de naranja y bizcocho, todo ello bañado en chocolate). Que rica que es ^0^. Justo terminamos el documental y nos dirigimos al London para cenar con Pipe y Silvia.

La cena fue tranquila y pronto encontramos mesa y cuando salimos de allí, al fin estábamos todos reunidos: Wargo, Ghani, Pipe, Silvia, Adri, Lancer y yo, aunque Silvia se fue al salir del London porque por la mañana tenía que llevar a sus padres al pueblo.

La primera parada de la juerga la hicimos en el Hamburguesas, bar en el que pillamos unos litros de "pelotas" y Pipe se pilló un litrillo de dracula. Ya provistos de alcohol suficiente para un ratico, fuimos a apalancarnos a la puerta de nuestro bar preferido: El ozono. Allí nos encontramos con también con P-chan (Nachete), Gendo y otros colegas. Las risas fueron grandes, las conversaciones entretenidas, los abrazos y las gayoladas abundantes XDDDDD. Creo que estoy influenciando positivamente en mis colegas masculinos y eso me gusta. Al final del post pondré algunas pruebas fehacientes de ello xD. Terminados el dracula y los pelotas, entramos en el ozono a seguir bebiendo (calimocho en litros y el cubata de tequila con kiwi que se pilló Ghani, aunque siempre me acaba pasando lo mismo con el tequila xD) y haciendo el moñas e incluso logré que convencer a Wargo para que me haga un dibujo yaoi y además de Gurren-Lagann (y no veas las ganas que tengo de que esté en mis manos xD). Muchos abrazos mucho amor, muchas risas y mucho de todo bueno xD. Cuando nos echaron del bar (encendieron las luces y quitaron la música) nos quedamos un rato de charreta en la puerta y al final me acompañaron a casa (quedaba de camino a todas, más o menos xD). Me lo pasé genial, quiero repetirlo pronto, con aún más gente de Zaragoza, con gente de fuera, con diferentes bebidas alcohólicas (tengo que preguntar como se llamaba la cosa esa que creo que llevaba piña),.... Vamos, que quiero más farra xD.

Y para que la gente no se me escandalice al entrar al blog, dejo dire de mi flickr con la mayor parte de las fotos del evento xD

Foticos XD